Ir al gimnasio cuesta a veces más esfuerzo que el que realizamos allí. Vencer la pereza es un gran obstáculo, pero quizá más difícil resulta ganarle la partida al aburrimiento. Un día y otro realizando el mismo ejercicio cardiovascular y la misma tabla de aparatos sin conseguir aparentes resultados.
Detrás de esta realidad parece estar el gran éxito del CrossFit, el nuevo must de las tendencias deportivas. El boom ha llegado. Se comparten fotos en Instagram, se comparan tiempos y se comentan récords. También, por desgracia, se comparten, se comparan y se comentan lesiones, máxime en esta disciplina que nació como entrenamiento de cuerpos de élite.
Policías, expertos en artes marciales, marines y otros militares comenzaron a entrenarse a principios de este milenio mediante ejercicios funcionales de alta intensidad, la mejor definición de crossfit. Es decir, el entrenador diseña distintos circuitos en los que se trabajan varios objetivos: mejorar la resistencia, la fuerza, la elasticidad o la velocidad, entre otros.
Estas funcionalidades y la diferente intensidad de las pruebas las hacen diferentes, divertidas,inspiradoras, pero también, ojo, no aptas para todos los estados físicos. El mayor número de lesiones atribuidas a una mala práctica del crossfit son de hombros, cuello y espalda. No sólo es necesaria la fuerza para algunos ejercicios como el levantamiento de peso, sino también la técnica, una de las claves de estos entrenamientos.
Elia Navarro, una de las grandes del CrossFit nacional, advierte de que el problema es que se comienza a levantar mucho peso antes de saber cómo hay que hacerlo. La valenciana achaca la mayoría de las lesiones al ejercicio llamado deadlift, peso muerto, que consiste en el conocido levantamiento de barra, para el que, en primer lugar, nos agachamos doblando las rodillas y con la espalda totalmente recta, para mantener la normal curvatura lumbar. Para levantarnos y volvernos a agachar sin lastimarnos es esencial que un entrenador nos haya enseñado cada posición y movimiento al detalle.
Para Elia Navarro, este es otro de los motivos: hay que tener cuidado en manos de quien nos ponemos para entrenar en este y otros deportes. Lo mismo, añade, a la hora de buscar un quiropráctico, fisioterapeuta u otro profesional de la salud de la espalda.
En este sentido, hay que tener en cuenta estos puntos para evitar lesiones y molestias:
Realizarse siempre un chequeo médico antes de practicar CrossFit.
Abordar con el entrenador nuestro estado físico con vistas a incorporarnos a determinados circuitos.
Informarnos sobre las credenciales profesionales y los resultados de dicho entrenador.
Cuidar a diario la salud de nuestra espalda, realizando los calentamientos previos y los estiramientos posteriores.
Vigilar que nuestra nutrición sea acorde con la intensidad y funcionalidad de los ejercicios que estamos realizando.
Y por supuesto, la quiropráctica puede ser un complemento perfecto para esta práctica deportiva. Visítanos y te explicaremos cómo y por qué.