El pinzamiento cervical, es un mal muy común en nuestros días. Las horas que nos pasamos adoptando malas posiciones en la vida diaria, frente al ordenador, conduciendo, estudiando, esfuerzos, etc.
Un accidente de circulación, también puede pinzar un nervio incluso producir una rectificación de la curvatura cervical.
La artrosis, desgaste de las articulaciones, es una causa frecuente de pinzamiento y dolor cervical, los discos envejecen, pierden altura y comienzan a sobresalir. Pierden el contenido de agua y se acaban volviendo más rígidos, con el tiempo condiciona la movilidad, la postura y limita los movimientos.
El 68% de la población adulta sufrirá de dolor cervical, provocado por un pinzamiento en algún momento de su vida. El pinzamiento cervical se caracteriza por dolor generalizado en el área cervical, rigidez en los músculos del cuello. En muchas ocasiones existe sensación de quemazón. También puede irradiar hacia hombros, brazos, omoplatos, las manos o hacia la cabeza. El pinzamiento cervical, puede producir dolores de cabeza intensos. Los músculos del cuello se tensan. Aunque se puede sufrir de dolor cervical a cualquier edad, la mayor incidencia se encuentra de entre los 40 a 50 años de edad.
El problema del pinzamiento es que para que desaparezca la sintomatología, poco se puede hacer por la vía tradicional o tratamientos convencionales, nada más aliviar el dolor.
Es importante realizar ejercicios de estiramiento para el cuello e intentar manejar el estrés.
A través de la Quiropráctica, se ofrece la posibilidad de mejorar la salud, ya que los Quiroprácticos, mediante ajustes manuales que actúan sobre la columna vertebral, eliminan el pinzamiento, responsable de los síntomas. La columna al recuperar su integridad y devolver la movilidad articular, evitando la rigidez y el desgate prematuro producido por el propio desequilibrio vertebral.