A menudo pensamos que esas posturas de fotos y posters anunciando clases de yoga no son para nosotros, que no vamos a poder realizar un esfuerzo tan grande, y decidimos que el yoga no es lo nuestro. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Para practicar yoga solo necesitamos ser capaces de respirar. Además, existen opciones como el yoga con silla que pueden ayudarte a iniciarte en este mundo.

El yoga con silla

El yoga con silla es sencillamente una adaptación de esta práctica para personas que pasan mucho tiempo sentadas o que, por tener una movilidad reducida, prefieren la seguridad y la facilidad que ofrece esta ayuda. Además, podemos utilizarlo cuando existen otras condiciones que nos impiden realizar ejercicios más exigentes físicamente
Mediante los ejercicios con la ayuda de una silla conseguiremos trabajar todo nuestro cuerpo, mantener su funcionamiento óptimo y mejorar otros aspectos que, en ocasiones, consideramos fuera de nuestro alcance, como pueden ser la gestión del dolor, la ansiedad, la falta de energía, etc. Sin olvidar el impacto emocional que puede tener cuando se ha sufrido un proceso de empeoramiento físico, por la edad o por algún problema de salud, y pensamos que ello significa una pérdida de capacidades permanente e irremediable.
Los beneficios a grandes rasgos que vamos a obtener son los mismos que los de una práctica general, o sea, una mejora en los siguientes aspectos:

• Tono muscular y lubricación de las articulaciones
• Funcionamiento general del cuerpo y bienestar
• Respiración y sueño
• Niveles de estrés, claridad mental y gestión del dolor

Practicar el yoga con una silla es un ejercicio suave y accesible para todos, para el que no necesitamos ningún material adicional. También nos permite centrarnos en las zonas o en los aspectos que más nos preocupen, como la zona cervical, la zona lumbar, yoga para aliviar el dolor y mejorar el sueño, etc. Las posibilidades y las variaciones son muy amplias y prácticamente siempre vamos a poder adaptar o encontrar los ejercicios idóneos según nuestra condición física y emocional.
Una opción excelente para mantener o mejorar el funcionamiento del cuerpo aún cuando no nos guste salir a practicar algún deporte o cuando pensemos que no es para nosotros por nuestra edad o condición física.