Muchas veces cuando pensamos en el yoga, nos imaginamos personas extremadamente flexibles que pueden realizar las posturas y movimientos de esta actividad sin problema.
La verdad es que no es necesario tener la capacidad de contorsionar nuestro cuerpo a este nivel si queremos disfrutar de los beneficios del yoga, es más, muchas veces incluso no hace falta levantarnos del asiento.
El yoga en silla está indicado especialmente en casos de problemas de movilidad, limitaciones de movimiento y equilibrio o, incluso, principiantes que quieren empezar a dar sus pasos dentro del apasionante mundo del yoga. Esta modalidad nos permite aprovechar los beneficios que aporta el yoga a nuestra salud sin importar la condición física o la flexibilidad de la persona.
¿En qué casos puede emplearse el yoga en silla?
Aunque el yoga en silla es apto para todos, se recomienda en personas con ciertas condiciones, como por ejemplo:
- Personas mayores, especialmente aquellas que presentan problemas de movilidad y flexibilidad.
- Personas que pasan mucho tiempo sentadas: a día de hoy la mayoría de personas trabajan sentados durante muchas horas, causando molestias en la espalda que el yoga en silla puede mejorar.
- En caso de presentar problemas articulares en las extremidades.
- Para personas que estén comenzando a practicar yoga por primera vez y no cuentan con suficiente flexibilidad.
Consejos para realizar yoga en silla
Esta forma de practicar yoga se compone de movimientos muy sencillos que no comprenden casi ninguna dificultad.
Tanto en cualquier modalidad de yoga como en el yoga en silla, los movimientos deben ser lentos y fluidos, nunca forzados. La media de tiempo para mantener cada postura es de diez a quince segundos, siendo posible aumentarla o disminuirla dependiendo del progreso y capacidad de la persona.
La respiración también importa dentro del yoga en silla. Nos ayuda a mantener la posición y a relajarnos, por lo que debe respirarse siempre por la nariz y profundamente.
Algunos beneficios del yoga en silla
- Reduce el estrés y el dolor: concentrarnos en la respiración y el movimiento de nuestro cuerpo produce un efecto muy similar a la meditación, ayudando a la relajación y la claridad mental.
- Ayuda a conciliar el sueño: por extensión, gracias a que el yoga en silla nos ayuda a evitar el estrés y la ansiedad, también conseguimos dormir mejor.
- Mejora la flexibilidad y la fuerza: ejercitando nuestras articulaciones y músculos seremos mucho más flexibles, además de que puede ejercitar la masa muscular consiguiendo ganar equilibrio y agilidad.
- Aumenta nuestra tolerancia al dolor: el yoga en silla puede liberar calmantes naturales que pueden aumentar nuestro umbral del dolor y resistencia física.
- Ayuda a mejorar la postura corporal.
Independientemente de tu estado físico, el yoga en silla te permite mejorar tu salud física y mental a distintos niveles. Si te interesa practicar esta modalidad de yoga, te animamos a estar atento de nuestra página web, ya que en ella anunciamos todos los meses talleres como el yoga con silla al que podrás apuntarte. ¡Te esperamos!