Los estados de ánimo y la actitud corporal están siempre relacionados.

Párate a pensar… ¿alguna vez has visto a una persona que se siente plenamente feliz con un gesto triste, mirando al suelo…, con el cuerpo ladeado, los hombros encogidos?
SEGURO QUE NO.
Cuando el estado de ánimo es bajo nuestra postura es esa…, encogidos, tristes, decaídos mirada al suelo. Esta postura refuerza que el estado de ánimo empeore.
Tenemos que aprender a utilizar nuestro cuerpo como herramienta transformadora del estado de ánimo, porque el cuerpo y la mente interactúan entre si. En nuestra vida cotidiana, la mente no se preocupa de lo que estamos haciendo con el cuerpo.
No podemos manifestar una emoción sin que ésta vaya acompañada de un cambio fisiológico, los pensamientos afectan a nuestra fisiología, de la misma manera que ésta condiciona nuestro mundo interno y determina nuestro estado anímico.
Cambiar la fisiología puede afectar los procesos bioquímicos del organismo de manera positiva o negativa.
Depende mucho de nosotros cambiar el estado de ánimo…, sé que la vida presenta innumerables adversidades, no siempre podemos estar alegres y activos, pero también es cierto que podemos hacer mucho por cambiarlo.
Por ejemplo… ¿cómo estas sentado en este momento?

SIÉNTATE RECTO…, lleva los hombros hacia la espalda de la silla, mantén la cabeza erguida y relaja la cara. De esta manera, tenemos más energía en el cuerpo.
En cualquier momento mediante un ejercicio sencillo, puedes comprobar como cambia o mejora tu estado emocional por la postura del cuerpo.
Si negativamente, dejas caer los hombros hacia delante, bajas la cabeza, respiras superficialmente y adoptas una aptitud de desgana y cansancio…, al instante notaras como tu energía baja y decae tu estado anímico.
No es fácil despojarse de los problemas que llenan nuestra mente, y encontrar un instante para sonreír, por eso…, te invito a que hagas este ejercicio cada vez que te sientas triste, agobiado e infeliz….
PONTE DE PIE…, separa levemente las piernas, hecha los hombros hacia atrás, mantén erguido el cuello y la cabeza…, respira profundamente y luego abre los brazos y sonríe.
Podrás notar como recuperas el humor y una visión mas positiva de la vida.
Prestando atención a la postura de tu cuerpo, dominarás los movimientos al caminar y las distorsiones innecesarias y perjudiciales.
Evitaras también malformaciones al sentarte, la fatiga innecesaria del cuerpo y de la mente. Si ponemos en práctica este ejercicio lograrás más resultados positivos que negativos.
Al cuidar las posturas, la columna sufre menos, mantenemos una vida mas saludable.
No obstante siempre es aconsejable hacerse revisar por un quiropráctico para mantener nuestra columna sana y en forma.