En muchas ocasiones nos levantamos con la sensación de que no hemos dormido bien, con dolor y cansancio.
Los problemas de contracturas musculares y subluxaciones en la columna son cada vez más frecuentes.
Las causas no son solo las posturas incorrectas que adoptamos en nuestros trabajos, el estar demasiado tiempo sentados, el estrés y la posición que elegimos en nuestra vida cotidiana, si no que, por ejemplo, el descanso nocturno también contribuye a ello.
La posición incorrecta en la cama puede producir molestias y afecciones totalmente evitables, por eso recomendamos que cuidemos y modifiquemos un poco nuestra postura a la hora de dormir.

Escoger una almohada y colchón adecuado para prevenir dolores de espalda

Usar un colchón de dureza media, de modo que la columna descanse de manera más natural posible.
Siempre es conveniente el uso de almohada.
Si solemos dormir boca arriba se recomienda una almohada fina.
Si dormimos de lado, apoyados sobre un hombro la almohada debe ser más gruesa para que la columna vertebral permanezca en su posición natural y no quede sometida a ningún tipo de tensión.
Se recomienda no dormir boca abajo porque esto puede afectar la curvatura de la columna, ya que es conveniente girar el cuello de vez en cuando para poder respirar correctamente mientras dormimos.

Levantarse

Al incorporarnos de la cama: Levantarnos colocándonos primero de lado, bajar primero las piernas y con la ayuda de los brazos levantar el tronco y sentarnos antes de incorporarnos totalmente.
De esta manera al levantarnos no sobrecargaremos la zona lumbar y cuello.
Está claro que una mala postura al dormir puede ser la causante de muchas molestias y que en más de una ocasión habremos experimentado la sensación de un dolor punzante y fuerte al levantarnos en cualquier parte de nuestra espalda.
Pensamos que es imposible que nos hayamos lastimado durmiendo, pero lo cierto es que una mala posición al dormir puede producir subluxaciones en la columna vertebral, y hasta que estas no se corrijan, la molestia continuará ahí.
Lo más conveniente ante una situación así es visitar a un quiropráctico.