Cada vez es más habitual conocer a personas que mencionan que tienen la columna rectificada. Pero, ¿qué quiere decir esto exactamente?
A lo largo de este post vamos a hablar de lo que se conoce como rectificación de la columna y rectificación cervical para que te familiarices con estos términos.
¿Qué es una rectificación cervical? ¿Qué significa hipolordosis?
Antes de entrar en materia, hay que recordar que la columna vertebral no es totalmente recta. Concretamente, la columna vertebral está formada por 33 vértebras y se divide en 5 regiones, con los siguientes tipos de curvaturas:
Región cervical (7 vértebras, de la C1 a la C7), cuya curvatura es convexa y se denomina lordosis cervical.
Región dorsal (12 vértebras, de la T1 a la T12), con curvatura cóncava y se recibe el nombre de cifosis dorsal.
Región lumbar (5 vértebras, de la L1 a la L5), cuya curvatura es convexa y la llamamos lordosis lumbar.
Región sacra (5 vértebras, de la S1 a la S5), curvatura con forma cóncava y denominada cifosis Sacro-coccígea.
Coxis (1 vértebra), formando parte de la misma cifosis Sacro-coccígea que la región sacra.
Estas curvaturas son las que hacen posible que la columna vertebral tenga estabilidad y movilidad suficiente. Pues bien, cuando una de esas curvaturas se ve disminuida, estamos frente a una rectificación de la columna. A efectos visuales, podemos ver si una persona sufre de rectificación de la columna en alguna de las curvaturas cuando, de perfil, la columna aparece recta en esa zona y no con la curvatura característica que la representa.
Rectificación de la lordosis cervical: hipolordosis
Dentro de las curvaturas que hemos mencionado con anterioridad, la rectificación suele ser más común en la zona cervical y lumbar. Según nuestra experiencia, es más habitual encontrarnos con casos de rectificación de la lordosis cervical, por lo que vamos a hacer hincaipié en ella.
La rectificación de la lordosis cervical (la curva natural de nuestro cuello) puede deberse a múltiples factores, los cuales pueden enmascarar este problema, y producir que en muchas ocasiones suframos y no sepamos que la principal causa de esa sintomatología es producida por el cambio de la curvatura fisiológica de nuestro cuello.
El cuello humano tiene una curvatura natural que es la que proporciona estabilidad. Tenemos siete vértebras cervicales, que se encargan de soportar la carga de nuestro cráneo y de mantener el centro de gravedad, estando en equilibrio sobre los hombros, facilitando y amortiguando esa carga. Cuando esa curvatura normal se ve modificada, empiezan los problemas.
Las personas que tienen rectificación de la lordosis cervical, suelen sufrir con bastante frecuencia dolores de cabeza, cuello, pueden tener contracturas con facilidad, mucha tensión, perdida de movilidad e incluso dolor en la zona dorsal, paletillas, etc..
Causas de la rectificación de la lordosis cervical
Son varios los factores que pueden producir la rectificación de la lordosis cervical, tanto externos como internos.
Los más comunes son: los accidentes de tráfico -al producirse esguinces cervicales-, y los malos hábitos posturales que ponemos en práctica a diario y tanto nos perjudican. Además, la vida sedentaria sin realizar práctica deportiva alguna, puede agravar cualquier tipo de rectificación de la columna vertebral, incluida la lordosis cervical. Por otra parte, si sufres de estrés de manera continuada, y la musculatura se resiente por ello, puedes estar dando más razones para que la rectificación de la columna vertebral tenga lugar.
Algunos factores menos comunes, pero que también la pueden desencadenar serían, malformaciones congénitas, enfermedades reumáticas, cirugías y escoliosis.
Lordosis cervical: tratamiento quiropráctico
La quiropráctica nos puede ayudar a mejorar esa rectificación de la lordosis cervical, evitando que suframos innecesariamente. Cuando la curvatura cervical se rectifica, se produce más tensión en la zona, lo cual favorece la aparición de subluxaciones. Un quiropráctico puede corregir los desplazamientos de las vértebras por medio de ajustes manuales, devolviendo a nuestra zona cervical esa movilidad que se ve restringida por culpa de la rectificación de la lordosis, pudiendo mejorar esa situación en gran medida, aliviando los problemas derivados de ella.
Por tu parte, puedes realizar estiramientos que pongan en marcha toda la musculatura de la zona del cuello, incluyendo también los trapecios, deltoides, etc… Es importante que, además de acudir a un especialista, trabes de forma activa en reforzar la musculatura de la zona para que las molestias sean cada vez menores.
Si sufres de rectificación de lordosis cervical y necesitas ayuda, puedes solicitar una cita con nuestro quiropráctico, el Dr. Ata Pouramini y él estudiará tu caso de forma totalmente personalizada.
Y no lo olvides: la quiropráctica cuida de tu sistema nervioso de una manera natural.