Las personas que se comprometen a tener mascotas lo hacen porque son amantes de los animales.
Los cuidan, miman y quieren lo mejor para ellos. Hay quien tiene animales como mascotas y parte íntegra de la casa y quien los utiliza como atletas para competiciones.
Del mismo modo que llevamos a nuestros animales al veterinario cuando se enferman, debemos saber también que con la quiropráctica podemos resolver muchos problemas. La quiropráctica es una terapia manual que estimula la inteligencia innata del cuerpo para curarse sin el uso de medicamentos o cirugía.
Los fundamentos de la quiropráctica están basados en la relación íntima entre la columna vertebral y el sistema nervioso y sobre la función de la columna vertebral en la biomecánica y el movimiento, esto se aplica tanto a personas como a animales.
Una subluxación vertebral se puede producir del mismo modo en personas y animales, cuando una vértebra pierde su posición normal no permite que la información nerviosa fluya correctamente, por lo que al ajustar el cuerpo del animal estamos ayudando a que el sistema nervioso recupere su funcionalidad.
Con la quiropráctica mejoramos el movimiento de las articulaciones de la columna vertebral y de las extremidades. Esta mejoría se refleja al mismo tiempo en músculos, tendones y ligamentos haciéndolos más resistentes, fuertes y desarrollados.
La quiropráctica en animales es bastante conocida, sobre todo en el mundo equino. El Caballo de competición necesita un seguimiento quiropráctico mas continúo que otro animal debido a su tamaño, peso y esfuerzo. Los perros que practican agility y los perros que salen a correr a diario con sus dueños también deben ajustarse con regularidad. Esto no quiere decir que no sea importante ajustar el resto de animales.
El trabajo dirigido a los animales de competición asegura su rendimiento deportivo y su salud entendida como un estado óptimo de bienestar y no solo como una ausencia de enfermedades. Es imprescindible que la persona que ejerce la quiropráctica para animales sea un veterinario o un doctor en quiropráctica diplomado, con conocimiento profundo y estudios de quiropráctica veterinaria.