…Hay algo que no os he contado, y es que los descubrimientos de nuestro amigo Christopher McDougall no habían hecho más que comenzar cuando observó que los Tarahumaras eran capaces de correr increíbles distancias sin más ayuda que unas alpargatas caseras……
Sí recordáis, así terminaba hace dos semanas mi artículo Nacidos para correr. Hoy ha llegado el momento de desvelar la segunda parte de la “saga”: Nacidos para correr….descalzos.
El calzado y las lesiones
Cada año, una media del 72% de corredores sufre alguna lesión.
¿No resulta chocante que el porcentaje de lesiones sea tan elevado? Y más, sabiendo que el cuerpo humano está diseñado para correr. ¿Qué falla en esta ecuación? Volvamos a los Tahumaras.
Según pudo comprobar McDougal, en esta tribu corrían descalzos, a lo sumo, con un par de alpargatas que ellos mismos fabricaban. Fue así como se descubrió que sin zapatillas el pie goza de una libertad que permite realizar cada uno de los movimientos necesarios para la ejecución de una zancada sin complicaciones, como lesiones o torceduras.
Pongamos un ejemplo, si metiéramos los pies en una férula de yeso, en menos de 2 meses tendríamos una atrofia muscular del 40 al 60 por ciento, algo parecido lo que ocurre cuando utilizamos durante muchos años, zapatillas deportivas.
En 1960, un corredor marroquí llamado Abebe Bikila, corrió y ganó una maratón de 42km sin más apoyo que sus propios pies. Con el tiempo, han ido surgiendo diversos estudios que no sólo demuestran que correr descalzo reduce la posibilidad de sufrir lesiones sino que además, hay tipos de calzado que pueden incrementar ese riesgo.
Craig Richards, investigador y científico de la Universidad de New Castle en Australia nos reveló en el British Journal of Sports Medicine que no existen estudios basados en la observación que demuestren que la utilización de zapatillas de deporte reduzca la tendencia a causar lesiones.
Por otra parte, el Dr. Bernard Martí especialista en medicina preventiva por la Universidad de Berna en Suiza, sí pudo demostrar que las zapatillas más caras y sofisticadas tienen un 123% más probabilidad de lesionar a los corredores, que las zapatillas más sencillas y baratas.
En resumen, lo os quiero transmitir es que para correr y hacerlo bien, lo mejor ideal sería correr descalzo, desgraciadamente las grandes ciudades no están cuidadas como para correr a pie desnudo, por lo tanto mi consejo es que optes por un tipo de calzado cómodo y sencillo.
El cuerpo es inteligente, sabe adaptarse y protegerse, dejemos de poner trabas a la sabiduría de la naturaleza.