Comemos demasiado de lo que no debemos y demasiado poco de lo que deberíamos. A menudo olvidamos que comer es un acto que se realiza para proporcionar nutrientes a nuestro organismo, nutrientes necesarios para que pueda llevar a cabo todas sus tareas diariamente, que son muchas. Sin embargo prima más el placer en la mayoría de ocasiones. Una de mis misiones es demostrar que se puede comer saludable proporcionando gran cantidad de nutrientes a nuestro organismo y a la vez disfrutar de la comida.
Para ser más concretos, quizás uno de los mayores problemas que están contribuyendo a la epidemia de sobrepeso que existe actualmente son los alimentos procesados. Se comen muchos alimentos empaquetados, refinados, con muchos aditivos, azúcares, sin fibra y sin a penas nutrientes. Esto provoca que, al no estar proporcionándole alimentos nutritivos, el cuerpo nos pida más alimento de forma mucho más frecuente, ya que necesita nutrientes para funcionar de forma óptima, nutrientes que no le estamos proporcionando de forma óptima.
Por otra parte, los alimentos refinados, al estar desprovistos de fibra, también provocan picos de azúcar en sangre que a su vez hacen que el páncreas secrete insulina rápidamente para bajar esos niveles de azúcar. Los niveles de azúcar en ese momento se desploman rápidamente, por lo que el cuerpo nos vuelve a pedir alimento, normalmente algo refinado para aumentar de forma más rápida esos niveles de nuevo. Esto se convierte en un círculo vicioso que está muchas veces entre las causas de los trastornos de peso y de otros muchos como el síndrome metabólico.
*Respuesta ofrecida por Ana Estellés Bilbao, licenciada en Biotecnología y diplomada en Nutrición Terapéutica en el libro Escuela de la espalda, del doctor Ata Pouramini.