Figura en el top de los consejos que más se escuchan: ¿a quién no le han recomendado alguna vez que practique natación? Sin embargo, ni todos sabemos nadar igual ni nos encontramos en el mismo estado físico a la hora de hacer unos largos. Por tanto, ¿es siempre buena la natación?
La natación es un deporte de bajo impacto que incorpora una amplia gama de grupos musculares y además se consigue que trabajan de diferentes maneras. Mejora la fuerza y la flexibilidad de la musculatura de la espalda. Por ser tan completo se recomienda ya que para muchos pacientes con dolor de espalda resulta más fácil “obligarse” a esa actividad o asistir a unas clases que establecer una disciplina diaria de ejercicios abdominales y espinales para fortalecer la musculatura de su espalda.
No obstante, algunos estilos como la mariposa o la braza pueden aumentar el dolor lumbar en algunos pacientes, por el arqueamiento de la columna. Lo verdaderamente importante es activar y ejercitar esos músculos con una actividad física habitual pero orientada a esa musculatura. En este sentido los ejercicios de Pilates pueden resultar también muy eficaces.
*Respuesta dada por el doctor Gonzalo Mora Gasque en su intervención en el libro Escuela de la espalda de Ata Pouramini.