Todos tenemos algún antiinflamatorio en casa para aliviar el dolor o los efectos de una inflamación y poder seguir con nuestra rutina. Sin embargo, cuando nos auto medicamos, que no es nada recomendable, es probable que nos preguntemos en qué casos los efectos de los antiinflamatorios pueden ser negativos.
¿Qué entendemos por antiinflamatorios?
Un medicamento antiinflamatorio es aquel que reduce la inflamación, dolor y enrojecimiento en el cuerpo, lo que hace que se use en afecciones muy diferentes.
Ibuprofeno, aspirina, enantyum o naproxeno son marcas muy conocidas de antiinflamatorios que seguramente habrás tomado en más de una ocasión. Estos fármacos contienen principios activos que impiden la síntesis de los mediadores causantes de la inflamación de los tejidos. Se trata de los antiinflamatorios conocidos como AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroides).
También hay otros antiinflamatorios que contienen cortisona, que solo pueden recetarse para tratar casos muy específicos y tienen una menor tolerabilidad.
¿En qué casos se recomienda el uso de antiinflamatorios?
Podemos tomar un antiinflamatorio cuando sentimos dolor y molestias como consecuencia de una lesión aguda, como una tendinitis, un dolor de muelas, un esguince, para el dolor menstrual, etc., pero también debido a una enfermedad crónica, como es el caso de una artrosis.
No obstante, el hecho de que algunos de los antiinflamatorios sean de venta libre y no necesiten receta pueden tener como consecuencia un mal uso de ellos. Tal es así que abusar de estos fármacos a medio y largo plazo puede conllevar problemas gástricos, hepáticos y cardiovasculares. De hecho, según publicó recientemente El Confidencial, las personas que siguen tratamientos prolongados y con las dosis más altas se enfrentan a un 40% más de posibilidades de padecer problemas cardiovasculares.
La Agencia Europea del Medicamento recomienda evitar la prescripción de antiinflamatorios a los pacientes crónicos con patologías cardíacas, circulatorias o con antecedentes familiares cercanos de ataques cerebrales o de infartos.
Hay que tener en cuenta que los antiinflamatorios no curan, tan solo palian, lo que hace que sean más recomendables en procesos agudos y que sean por receta médica. Esto es debido a que hay que considerar la interacción que el antiinflamatorio pueda tener con otros medicamentos, la edad del paciente u otras patologías.
Se recomienda tomarlos durante un máximo de 48 o 72 horas, pero en ningún caso pasar de los 7 días seguidos.
Los antiinflamatorios naturales
Como alternativa, podemos considerar los antiinflamatorios naturales, dado que el organismo puede asimilarlos mejor y, bien empleados, son también muy eficaces.
Podemos consumir los antiinflamatorios naturales en infusiones elaboradas con ingredientes ricos en propiedades antioxidantes, como es la cúrcuma, el romero, el jengibre, la canela, las hojas de laurel o la cola de caballo. Estos son los más conocidos, pero podemos encontrar muchos más antiinflamatorios naturales que alivien molestias leves, como en el caso de los dolores musculares.
Por ejemplo, las hojas y brotes de grosellas negras contienen antioxidantes muy eficaces para tratar las molestias del reumatismo o la artritis.
Otro caso es el cardamomo, poco conocida en España, aunque muy recomendada por su valor medicinal y sus múltiples beneficios. Entre ellos, aliviar las inflamaciones y dolores musculares.