Todos sabemos que los músculos y nervios del cuerpo desempeñan un papel muy importante en la movilidad y el mantenimiento del equilibrio. El equilibrio evita que nos caigamos cuando estamos de pie o sentados. La movilidad nos deja desplazarnos y reaccionar ante cualquier estímulo.

Con el paso de los años, vamos notando cómo nuestra movilidad queda algo más reducida, también lo notamos según sea nuestro puesto de trabajo, por ejemplo:

– Permanecer muchas horas sentados frente a un ordenador o al volante del vehículo que estamos conduciendo.
– Que nuestro trabajo sea muy mecánico cómo los realizados en cadena.
– Realizar trabajos de esfuerzos físico como podría ser el sector de la construcción u otros.
Todos estos factores pueden producir un desgaste y una oxidación que nos va quitando poco a poco la movilidad y nos va dejando rígidos.
¿DE QUÉ MODO TE AYUDARÍA LA QUIROPRÁCTICA?
Ante todo funcionará como prevención para llegar a ese estado de rigidez, claro que habrá que intentar no pasar largas horas en la misma postura. Es muy interesante acudir a la consulta de un quiropráctico para ver en qué estado se encuentra la columna. 
En la mayoría de las ocasiones la causa de la rigidez y la pérdida de equilibrio está producida por subluxaciones en distintas vértebras.
De hecho, un atrapamiento del nervio  producido por una posición incorrecta de la vértebra origina un estado de rigidez que si no se corrige  puede hacerse crónico.