El instante que precede cuando tratamos de explicar una emoción o  sentimiento, se produce una tormenta vertiginosa que tiene como ingredientes nuestras emociones y nuestro conocimiento. En ese instante estamos tratando de que nuestra parte mental se asocie con la emocional para así llegar a una explicación con fundamento.

Debemos de comprender que nuestro cerebro está expuesto constantemente , a través de nuestros sentidos, a una cantidad de información vertiginosa que debe de procesar y en muchos casos almacenar. La autopista principal (de doble sentido) o el canal por donde circula la mayor parte de esta información es la columna vertebral.

Desde un punto de vista mecánico la columna es un soporte vertical que permite sostener el peso de una estructura. Vertebral, por otra parte, es lo perteneciente o relativo a las vértebras (los huesos cortos y articulados entre sí que forman el espinazo de los animales vertebrados). Es el verdadero eje del cuerpo humano, que permite sostener el peso de una estructura.
desde un punto de vista filosófico la ‘espalda’ representa el apoyo en la vida, es el sostén del cuerpo, el pilar de la estructura ósea y muscular. Simboliza sobre todo lo que “soportamos” de los dilemas de la vida.
La ciencia está comenzando a descubrir las conexiones físicas y químicas entre el estado emocional y la condición física. Hasta ahora ha habido docenas de sustancias químicas aisladas, conocidas como neuropéptidos. Estas son pequeñas proteínas que actúan en el sistema nervioso como transmisores de información. Pero no estamos hablando sólo de conocimiento, estamos hablando de sentimientos. Dependiendo del tipo de ‘fiesta’ que en cada momento  montan en el interior del cuerpo refleja, más o menos, lo que se está sintiendo emocionalmente.
Normalmente  se supone que estos neuropéptidos (como endorfinas, adrenalina, serotonina, dopamina, etc) “viven” en nuestro cerebro. Es como si ir más abajo del cuello fuera una zona prohibida. Pues bien lo realmente fascinante es que montones de estos marcadores bioquímicos en realidad viven en la médula espinal, y algunos incluso se pueden encontrar alrededor de las células pequeñas por todas partes y dentro de su cuerpo.
¡Es decir que en la práctica cuando se “siente” una emoción, todo el cuerpo la está sintiendo!
En términos de la quiropráctica, la médula espinal es el cuadro de distribución para la transmisión de estas señales químicas y por lo tanto la comunicación del centro de la emoción y el sentimiento.
Las emociones pueden causar estragos. Es decir cuando se tiene dolor de espalda, lo normal es intentar recordar la causa física que la ha producido. Tal vez es hora de pensar en otra causa no mecánica, una causa emocional. Es una coincidencia que el dolor de espalda venga durante o después de situaciones con alto nivel de preocupaciones o estrés emocional.
En definitiva; si tu columna vertebral se estresa, los nervios tendrán menos espacio por donde pasar. Si estás estresado emocionalmente, tu columna estará tensa. Al ajustar la columna despejamos el camino para que esas emociones se relajen.
 

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