Los cambios estacionales, afectan a muchas personas a nivel psicológico.
Con el cambio de hora y de hábitos, se puede experimentar; cierta apatía, problemas de concentración, insomnio, mal humor. Esto se debe a los cambios hormonales que experimenta el organismo, como consecuencia de la disminución de la luz solar, que se producen con el cambio de estación.
Se trata de un síndrome leve y temporal, que puede durar unos días ó semanas.
Suele afectar más a mujeres que a hombres y la edad que más se ve afectada es de los 40 a los 55 años.
Entre el 10% – 20% de la población puede presentar algún tipo de síntomatología.
La espalda también puede verse afectada por el cambio de estación. Es con la llegada del otoño, cuando aumenta en un 80% el número de personas que, visitan un especialista para buscar solución, ya que con las bajadas de temperatura y la variación de la presión atmosférica, afecta a las articulaciones, incluyendo la articulación facetaria, provocando la inflamación de la zona que explica el aumento de dolor.
Ahora con la llegada del otoño, es cuando se debe de estar preparado para minimizar los inconvenientes y problemas que nos causa el cambio de estación.
Mantener una actitud positiva, desechando la parte nostálgica del otoño.
Fundamental una buena alimentación, que debe de ser equilibrada y sana, esto va a permitir al organismo tener la energía necesaria.
Respetar las horas de sueño, para que el cuerpo pueda restablecerse.
Ajustar la columna vertebral, va a permitir todo esto.
La Quiropráctica corrige las alteraciones mecánicas de las articulaciones vertebrales y periféricas del cuerpo.
Con los ajustes, se elimina la tensión mecánica, que afecta a los discos de la columna, articulaciones, nervios y la propia medula espinal.