El fin del año lleva consigo un cierre que aunque es simbólico, también puede servir como estímulo. Acabamos con una etapa y empezamos con otra, una donde podemos hacer borrón y cuenta nueva y dejar atrás, por ejemplo, malos hábitos. El uno de enero tiene esa virtud: ofrece esperanza, sirve como página en blanco. Mucha gente aprovecha para apuntarse al gimnasio, a una escuela de idiomas, para empezar una dieta, un entrenamiento específico o para dejar de fumar. Todo eso está muy bien, pero como este blog es sobre la espalda, los propósitos que te vamos a ofrecer van a ir en esa línea: el inicio del dos mil dieciocho puede ser un gran momento para cuidar mejor de tu columna. ¿Cómo hacerlo? Así, como te vamos a proponer:
Cuida tu higiene postural. En este blog hemos hablado muchas veces de cómo mantener una correcta higiene postural, ya sea en casa o en el trabajo. Este punto es muy importante porque muchas veces sufrimos dolores de espalda solo por malas costumbres a la hora de sentarnos, por ejemplo, algo que se puede evitar fácilmente.
Practica ejercicio moderado. Si los músculos de tu espalda están en buena forma, la columna sufrirá menos. No hace falta que logres una espalda de culturista, ni mucho menos: con practicar de forma constante ejercicios de baja intensidad, vale. Eso sí: tienes que ser constante. Si no, no sirve.
Presta atención a tu peso. El sobrepeso carga la espalda de kilos para los que no está preparada, y esto, a la larga -y depende del peso, también a medio y corto plazo-, acaba generando multitud de problemas.
No descuides el calcio. La osteoporosis está detrás de muchas de las visitas que me hacen mis pacientes. Pese a que los huesos tienden a desgastarse con los años, podemos hacer que se desgasten menos si nos aseguramos de ingerir el calcio necesario. Un nutricionista te puede ayudar a saber cuánto necesita tu organismo.
Duerme en una buena cama. Una cama vieja puede ser el peor enemigo de tu espalda. Pasamos unas cuantas horas yaciendo en ellas, y si han adquirido formas incorrectas por el uso y el deterioro, nuestra espalda también las adquirirá durante la noche y a la mañana siguiente nos levantaremos con dolor.
No consultes el móvil cuando vayas andando por la calle. Además de para evitar chocarte con otros peatones o con una farola o que te atropellen, para no sufrir dolores de espalda. ¿Por qué? Analiza la postura: codos pegados al cuerpo, cabeza hacia adelante y hacia abajo, cuello estirado y en tensión. Luego nos quejamos de que nos duelen las cervicales y la cabeza. Espera a llegar a tu destino para mandar ese mensaje: ¡no se va a acabar el mundo!
Usa un mejor calzado. Especialmente si llevas habitualmente tacones. Los tacones son muy dañinos para la columna. Pero no solo los tacones: también lo son las chanclas y las sandalias. Trata de emplearlas sobre todo en los ambientes acuáticos para los que han sido diseñadas.
Evita el estrés. Es cierto que es más fácil decirlo que hacerlo, pero no queda otra. El estrés hace que nuestro cuerpo se tensione -además de provocar otro tipo de perjuicios-, y cuando nuestro cuerpo se tensiona innecesariamente, aparecen las dolorosas contracturas, por ejemplo. Puedes combatir el estrés con la meditación, que tiene además otros muchos beneficios.
Visita regularmente una clínica quiropráctica. Que tenga todas las garantías. En Quiropractic Valencia nos dedicamos en cuerpo y alma al cuidado de la columna de nuestros pacientes. El doctor Ata Pouramini, quiropráctico licenciado, cuenta con una larga trayectoria a sus espaldas -nunca mejor dicho-. Tanto si ya te duele la espalda como si quieres impedir que eso ocurra, ponerte en sus manos es una gran decisión. Puedes pedir cita clicando aquí. Estaremos encantados de ayudarte.
No confíes solo en la ayuda externa, trabaja de forma proactiva en tu salud. Por supuesto, un especialista sabrá más que el resto de nosotros sobre una disciplina, pero podemos acercarnos a su conocimiento leyendo por ejemplo ESCUELA DE LA ESPALDA, el libro que ha coordinado el doctor Ata Pouramini y en el que participan veinte especialistas que, desde la neurología, la traumatología, la reumatología, la farmacia, la osteopatía, la medicina de rehabilitación, la unidad de dolor o la pediatría, por citar solo algunos ejemplos, nos ofrecen respuestas a un montón de dudas sobre la salud de la columna y sus manifestaciones en el resto del organismo. Puedes descargar unas páginas del libro a modo de adelanto, aquí.
Consejo: puedes imprimírtelos y tenerlos, por ejemplo, en la nevera o en un corcho. Lo importante es que los tengas a mano, que los recuerdes, y que seas constante. ¡Por un año de salud!