¿Quién no ha sufrido de dolor de espalda en alguna ocasión?
Cuando nos encontramos ante una situación así en que el dolor es constante y se vuelve crónico nos desesperamos y nos hacemos preguntas como qué podríamos hacer para solucionarlo.
Dentro de las nuevas alternativas de las que disponemos para cuidar de la espalda y la salud en general estarían, la natación, el yoga, el pilates y principalmente la quiropráctica.
La natación es uno de los ejercicios más completos ya que se trabaja cuerpo y mente. Es recomendable para cualquier edad, fortaleciendo los músculos, que deben trabajar más porque se tiene mayor resistencia por el agua, aumentando la masa muscular.
Con la natación se adquiere mayor concentración, coordinación y resistencia. Al nadar se activa la circulación y mejora el sistema cardiorespiratorio. Además de darle flexibilidad a la columna vertebral.
Practicando pilates tomamos consciencia de nuestro propio cuerpo, ayudando a tener un mejor control corporal, al mismo tiempo que aprendemos a corregir nuestras posturas. Con la práctica de pilates aprendemos a trabajar el suelo pélvico que es algo que de normal no trabajamos.
Nos enseña a controlar la respiración, acompañándola de los ejercicios con lo que reducimos niveles de estrés y ansiedad. Este tipo de ejercicio previene la osteoporosis, problemas lumbares y todo aquello que genere dolores de espalda y cuello. Hay un fortalecimiento de la musculatura y un aumento de flexibilidad, eliminando la estática defectuosa de la espalda y mejorando la figura.
En cuanto al yoga, podríamos decir que a parte de un ejercicio es una filosofía o estilo de vida, con el que mejoramos la salud. Con esta disciplina se potencia la flexibilidad en general, contribuyendo a que las articulaciones recuperen el movimiento, con lo cual se mejora la masa ósea. Con el yoga en muchas ocasiones las posturas requieren que uno levante su propio peso y está demostrado que los ejercicios en los que se realiza carga de peso fortalece los huesos previniendo y mejorando la osteoporosis.
Con la práctica del yoga la sangre fluye mejor porque al estar la persona en un estado de relajación, la respiración se vuelve más lenta y se establece un equilibrio entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
Hay que tener en cuenta que para poder practicar cualquiera de estos deportes tenemos que tener una columna saludable y en armonía con nuestro cuerpo, de nada nos sirve comenzar una actividad deportiva cuando nuestra espalda no está preparada para ello. Eso nos hace meternos en una espiral es decir, cuando la columna vertebral no está funcionando bien no debe de practicarse ninguna de estas actividades porque lo único que conseguimos con ello, es perjudicarnos. Antes de comenzar con estas disciplinas, debéis haceros revisar por un Quiropráctico licenciado, que son los especialistas en el cuidado de la columna.
Por lo que existe un punto de unión entre lo anteriormente citado, el motivo es porque la quiropráctica, ayuda a mejorar el sistema nervioso que es responsable de que el cuerpo funcione a su máxima capacidad. Con los ajustes vertebrales, que es la técnica que utilizan los quiroprácticos, se recupera mayor flexibilidad vertebral y articular. Eliminando los síntomas como dolor de cuello, dorsal y lumbar. La postura cambia, la persona puede realizar todo tipo de actividades deportivas, mejorando su calidad de vida.
Si deseáis más información, podéis consultar en la web Quiropractic Valencia