¿Cuántas sesiones de quiropráctica necesito para estar bien? Esa es, sin lugar a dudas, la pregunta más común que se presenta cuando acudís por primera vez a la clínica.

Pues bien, hay que saber que las sesiones son directamente proporcionales al estado con el que el paciente acude (un dolor crónico o agudo) y su capacidad de recuperación. Por lo tanto, el cuidado quiropráctico varía dependiendo del paciente y su problema en particular.

Sesiones de quiropráctica: rutina general

Normalmente, al comenzar el tratamiento los ajustes se realizan con más frecuencia en las primeras semanas del cuidado, cuando aún nuestro cuerpo no está acostumbrado a los ajustes y la movilidad de nuestras articulaciones afectadas no es la adecuada. A medida que va mejorando el paciente y sus articulaciones van ganando movilidad, las sesiones se van alargando en el tiempo disminuyendo la frecuencia de las mismas, hasta conseguir la recuperación total.

Pasada la fase aguda, la corrección de nuestra columna vertebral y articulaciones, entramos en la fase de mantenimiento, cuando nuestro sistema nervioso ya se encuentra funcionando correctamente. En esta fase únicamente necesitaríamos ir una vez cada cierto tiempo, dependiendo de la frecuencia que tu quiropráctico vea oportuno para tu caso, a chequear nuestra columna vertebral para así tener una columna sana y libre de interferencias.

Así que lo ideal, es que pidas una primera sesión con tu quiropráctico para que éste evalúe tu estado y te pueda decir, a ciencia cierta, el número de sesiones de quiropráctica que necesitarás para recuperar tu máximo bienestar.