Si hay algo que puede dañar nuestra espalda con mucha facilidad, es sin duda levantar peso incorrectamente. Un mal agarre del objeto en cuestión, y podemos encontrarnos de pronto con un problema serio en la columna. Por eso, es muy importante dedicar unos minutos a aprender a realizar este tipo de acciones de la forma más favorable para nuestro cuerpo. Así, en la próxima mudanza que tengas que hacer te ahorrarás sorpresas desagradables.
Si alguna vez has visto una prueba de halterofilia, te habrás dado cuenta de que además de la fuerza del deportista en cuestión, es fundamental la técnica. El éxito o el fracaso del levantamiento lo decide en gran medida la manera en que se acometa. Si bien este post tiene que ver con levantamientos de peso domésticos (traslados, mudanzas, subida de objetos por las escaleras…), vamos a fijarnos en la halterofilia para explicar cómo se deben levantar los objetos pesados.

En primer lugar, coloca el objeto cerca de ti. Cuanto más lejos esté, más incómoda será la postura de la que partas, y más sufrirás. Lo siguiente que tienes que hacer es muy importante: si está en el suelo, alcanza el objeto flexionando las piernas y no la espalda. La espalda debe mantenerse recta. Si está colocado en una mesa, por ejemplo, deberás tener cuidado sobre todo con el primer esfuerzo cuando deje de estar apoyado. El peso se tiene que levantar de abajo a arriba, no sometas la espalda a torsiones innecesarias. Levanta primero el peso, y luego muévete. Cuando vayas a bajar el peso, descarga el esfuerzo en las piernas y mantén la espalda recta. La consigna es la misma en toda la maniobra: LA ESPALDA, RECTA.
Además de lo anterior, tienes que tener presentes tus capacidades físicas: no es lo mismo levantar peso de joven y estando entrenado, que a partir de los cuarenta. A partir de cierta edad, el riesgo de lesión es mayor cuanto más mayor se es. También hay que calcular bien el peso del objeto que queremos levantar: algunos materiales, como el cristal o el mármol, pueden pesar mucho más de lo que creemos.
Eso es todo: si tienes que levantar peso, siempre mejor con ayuda: cuanto menos se resienta la espalda, ¡mejor!