La cifosis es una deformidad de la columna vertebral en la zona dorsal y no se debe confundir con una mala postura.
Para detectar a simple vista si existe una cifosis, se debe examinar de perfil a la persona, normalmente cuando existe una cifosis la cabeza suele estar inclinada hacia delante, en relación con el cuerpo.
Existen tres tipos de cifosis:
- Las que se van formando por las malas posturas: Empiezan a hacerse notar en la adolescencia, pero aunque al principio no presenten síntomas, luego más adelante en la edad adulta puede dar problemas.
- La cifosis congénita: Problemas del metabolismo, condiciones neuromusculares, son las principales causas .Suele ocurrir en los niños menores de siete años en los que la columna vertebral no se ha desarrollado correctamente en el útero de la madre.
- Enfermedad de Scheuermann: No se conoce la causa de la enfermedad, se sabe que es más frecuente en los hombres. Produce limitación en la flexión y existe rigidez. La característica patológica más llamativa es la presencia de cuerpos vertebrales en forma de cuña. Aparece en la adolescencia, produce dolor que suele empeorar con la actividad física, también cuando la persona permanece, parado o sentado en la misma posición.
Dependiendo de la curvatura que exista, puede incluso llegar a producir dificultades respiratorias.
Hacer ejercicios para fortalecer la espalda y la columna vertebral da buenos resultados en las cifosis pequeñas. Practicar pilates y yoga reeduca la postura.
Mediante ajustes Quiroprácticos, se corrige un tipo de cifosis y en las otras se puede mejorar en gran medida, sobre todo porque se va a evitar que la curvatura vaya a más con los consiguientes problemas que puede causar. Se recupera más flexibilidad, evitando la rigidez.
Pero siempre se debe acudir a un Quiropráctico, asegurándose que es un profesional licenciado.