La opinión del experto
El dolor de espalda continuado puede dar pie a otro tipo de problemas más allá de nuestro propio cuerpo. Hemos querido preguntarle al psicólogo Julio Bogeat, -que ha participado en el libro Escuela de la espalda- sobre estos efectos del dolor de espalda en el entorno familiar, en las relaciones de amistad y en las sentimentales: “Las repercusiones sociales en este sentido pueden ser diversas pero en concreto, el dolor de espalda supone un claro obstáculo a la hora de relacionarme con el otro, con disfrutar de mis amistades, de mi pareja, de mis hijos, pues el foco de atención está puesto en este dolor y es difícil cambiarlo. Los viajes en familia se pueden dificultar, por ejemplo, ya que pasar tiempos prolongados sentados y dormir en colchones ajenos pueden agudizar la situación.”
“Incluso el sentido del humor se merma, ya que en ocasiones la risa puede inducir el dolor, generando un movimiento de inhibición de la misma por evitarlo. También las relaciones sexuales se pueden ver dificultadas y con ello el vínculo emocional con la pareja que en muchas ocasiones, y si este dolor es persistente, podría separarse definitivamente del afectado. Y no sólo la separación de la pareja sino del círculo más cercano, puesto que la queja constante de un dolor supone que la familia, en algunos casos, se vaya separando poco a poco de la persona que lo sufre.”
En otras ocasiones será el mismo paciente el que se aleje por no suponer una carga a su núcleo afectivo. A nivel laboral tendrá un efecto claro sobre el rendimiento del trabajador y aparecerán continuas bajas que podrían terminar en despido“.
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