Aunque se considera la fibromialgia como una enfermedad de reciente aparición, se trata de un proceso conocido desde antiguo y descrito por primera vez a mediados del SXIX. La fibromialgia se define como un síndrome de causa desconocida caracterizada por el dolor musculoesquelético generalizado, crónico y benigno de origen no articular y de más de tres meses de duración, y precisa de la objetivación de once o más puntos dolorosos en áreas anatómicas específicas denominadas puntos gatillo.
La prevalencia de la fibromialgia, según el estudio EPISER, es de 2,4% de la población mayor de veinte años, lo que representa que en España unos 700.000 pacientes la sufren. Por sexos, la relación es de 21 a 1 a favor de las mujeres, y aunque no está claro por qué, se especula que se debe a que en la sociedad actual, la mujer cuando acaba su jornada laboral carga adicionalmente con la responsabilidad del trabajo del hogar familiar.
Hay factores que pueden actuar como desencadenantes, como son antecedentes traumáticos tanto físicos como psíquicos, situaciones de estrés tan enfermedades, situaciones laborales adversas o problemas familiares. Estos condicionantes hacen que la fibromialgia se presente con mayor incidencia en los países más desarrollados.