Salir a correr es uno de los mejores ejercicios que podemos hacer para evitar dolor de espalda, dolor de rodilla, hernias discales, contracturas musculares, aliviar la ansiedad y reducir el riesgo de padecer infartos, hipertensión o diabetes. El ser humano necesita obligatoriamente hacer ejercicio aeróbico para mantener y mejorar su salud.
A mi personalmente, me encanta correr y en calidad de quiropráctico siempre lo recomiendo a mis pacientes, no sólo por sus beneficios para la salud, sino porque entraña un increíble secreto que la mayoría de la gente desconoce:
Hemos nacido para correr
Esto no lo he descubierto yo, lo descubrió un periodista llamado Christopher McDougall, que buscando un modo de correr sin lesionarse, se topó con la increíble tribu de los tarahumaras, habitantes de una abrupta zona de México, en la que tienen una curiosa costumbre muy arraigada….correr….no importa la edad, ni el sexo, ni la dificultad del terreno, los tarahumaras corren a diario y lo hacen sin aparente esfuerzo, es su vida.
Los tarahumaras corren cientos de kilómetros sin descanso ni dolor y no conocen el cáncer, ni la diabetes, ni la ansiedad… ninguna de enfermedades que con el tiempo hemos ido desarrollando en las sociedades más desarrolladas. No quiero decir que si corres no vas a tener cáncer, pero probablemente tengas menos posibilidades de sufrirlo. ¿Dónde esta el secreto de los tarahumaras? Corren porque responden a la llamada de su instinto animal, lo hacen desde niños hasta que mueren y es así cómo consiguen la salud de hierro que les caracteriza.
¿Correr nos hace más sanos?
En el zoo, los tigres o los pandas, alejados de su ambiente natural, sufren problemas de alimentación, de ánimo, reproductivos. Si se aparta a un animal de sus habilidades naturales, se empieza a descomponer. Y eso es lo que nos pasa a nosotros, la ciudad es nuestra jaula.
Todos los días pasan por la consulta pacientes con problemas de salud para recibir ajustes quiroprácticos y para mejorar los resultados siempre les recomiendo lo mismo: Correr.
Mi consejo: muévete, corre, anda, disfruta el camino, tu cuerpo y tu salud te lo agradecerán.
Pd: Hay algo que no os he contado, y es que los descubrimientos de nuestro amigo Christopher McDougall no habían hecho más que comenzar cuando observó que los tarahumaras eran capaces de correr increíbles distancias sin más ayuda que unas alpargatas caseras……pero ya hablaré de esta historia la semana próxima semana 😉