El 95 % de la gente acude a un quiropráctico como última opción, y lo más curioso es que debería ser totalmente al revés. Todo el mundo debería visitar periódicamente a un quiropráctico, se tenga o no dolor de espalda.
La mayoría de gente sólo busca soluciones en la quiropráctica cuando tiene serios problemas de salud, y en realidad ni siquiera hace falta esperar a tener alguna sintomatología, hay que prevenirlos. Por ejemplo, si te cepillas los dientes todos los días para no tener caries, ¿por qué no cuidas tu columna regularmente para vivir mejor?
Con el post de hoy me gustaría darte tres razones por las que acudir a un quiropráctico y aclarar que el tratamiento quiropráctico, en ningún caso es tu última posibilidad.
1- Porque todos necesitamos de la quiropráctica
Hoy en día todos estamos sometidos, en mayor o menor medida, a ciertos niveles de estrés físico y emocional que pueden repercutir en nuestra salud y generar unos problemas que con la quiropráctica puedes llegar a evitar o por lo menos a reducir las consecuencias.
No somos conscientes pero cualquier actividad rutinaria afecta a nuestra columna vertebral. Lo último ha sido el aumento de lesiones de cuello por el tiempo que pasamos encorvados mirando las pantallas de nuestros smartphones o/y tablets y eso que sólo estamos en el inicio de la era de este tipo de dispositivos…
Tengas la edad que tengas, necesitas ajustes quiroprácticos periódicos.
2- Porque la quiropráctica te ayuda a superar y a prevenir el dolor
Si presentas dolor desde hace tiempo, seguro que perteneces a ese 95% de pacientes que opta por la quiropráctica como última opción, (sólo el hecho de probar algo nuevo ya es una buena razón) pero aún así, aunque hayas pasado por 2000 especialistas y no hayas notado cambios, la quiropráctica te ayudará. Los ajustes periódicos devolverán a tu sistema nervioso su correcto funcionamiento y por lo tanto aliviarán tu dolor.
Si vienes sano o sin síntomas aparentes, vas a notar que con los ajustes descansas mejor, duermes mejor, piensas mejor, te enfadas menos, te sentirás más feliz , tendrás mas flexibilidad y movimiento, más elasticidad , la tensión arterial bajará y así puedes prevenir muchos problemas de salud en el futuro.
3- Porque un quiropráctico es un profesional con titulación universitaria
Los quiroprácticos somos licenciados universitarios y hemos estudiado una media de entre seis y ocho años para poder ejercer esta práctica. Conocemos el cuerpo humano y su funcionamiento tras haber dedicado 5.500 horas lectivas a su estudio. Somos especialistas en el sistema nervioso y estamos preparados para detectar los problemas de la columna vertebral y darles solución.
Si acudes a un quiropráctico por primera vez, puedes buscar uno en la AEQ (Asociación Española de Quiropráctica).
En definitiva debes saber que ante cualquier pequeña molestia o gran dolor, la visita al quiropráctico tendría que ser tu primera opción. Cuanto más retrasas tu visita, más retrasas la solución a tu dolor de espalda, de cuello, cabeza, lumbalgía, hernia, etc.
¡Invertir en quiropráctica es invertir en salud! ¡¡Di adiós al dolor de espalda!!