En alguna etapa de nuestra vida experimentamos periodos de tristeza, melancolía o estados de ánimo que varían según la situación. En estos casos, cualquier cosa nos afecta y tenemos los sentimientos a flor de piel.
En los cambios de estación, cuando volvemos a la rutina en el trabajo o vida familiar después de las vacaciones. Nos puede afectar mucho después del verano, cuando los días comienzan a ser más cortos y la falta de luz solar, que tanto influye. Cuando los días van siendo más cortos y oscurece el cerebro libera melatonina una hormona que es la que participa en la generación del sueño y disminuye, el nivel de serotonina, neurotransmisor y parte fundamental para que tengamos buen humor, por lo que al no haber suficiente iluminación natural durante el periodo otoñal, las personas más sensibles pueden sufrir:
- Somnolencia e irritabilidad.
- Perdida de interés por el trabajo o la vida social.
- Menor energía y capacidad para concentrarse.
A veces, la misma persona se encierra en su propia cárcel psicológica y deja de comunicarse con los demás. Esto ocurre cuando alguien se mete en una espiral de bajo grado de autoestima, pensamientos negativos continuos, aparecen llantos e ideas de que la felicidad nunca más va a llegar a su vida. En ocasiones se tiene la sensación de encontrarse siempre enfermo e, incluso, con dolores de espalda continuos. Esta situación puede solucionarse, no debemos alargarlo más.
Descansar lo suficiente, llevar una dieta saludable, ejercicio físico regular, sobre todo si se puede al aire libre, (aumenta la producción de encefalinas y endorfinas, hormonas de la felicidad) relacionarse con personas positivas, realizar actividades en grupo, pueden ayudarnos.
Las plantas, nos ayudan durante ese proceso como por ejemplo:
- El ginseng: incrementa la vitalidad y fortalece tanto el estado físico como psíquico.
- Polen: es rico en vitaminas del grupo B, aminoácidos esenciales y sales minerales.
- Jalea Real: equilibra el sistema nervioso , es estimulante, tonificante y euforizante y produce sensación de bienestar.
¿QUÉ PUEDE HACER LA QUIROPRÁCTICA POR TI?:
Tres causas esenciales pueden provocar verdaderos problemas en la columna:
-ESTRÉS FÍSICO: Accidentes, caídas, malas posturas…
–ESTRÉS QUÍMICO: Intervenciones quirúrgicas, drogas, alcohol, tabaco…
–ESTRÉS EMOCIONAL: Depresiones, ansiedad, shocks emocionales…
Todo esto causa subluxaciones en la columna, atrapando los nervios y produciendo interferencias en nuestro sistema nervioso, ¿cómo va a funcionar bien nuestro cuerpo? El primero afectado es nuestro estado de ánimo.
¡PONLE SOLUCIÓN, REVISA TU COLUMNA, PIDE AYUDA A TU QUIROPRÁCTICO!